El ingeniero japonés Susumu Tachi, de la Universidad de Tokio, luego de casi 25 años de trabajo ha diseñado un dispositivo denominado “camuflaje óptico” que no es más que un abrigo el cual utiliza reflectores microscópicos que actúan como una pantalla de cine. Esta “invisibilidad” en realidad no es más que un efecto óptico. Una cámara de vídeo situada detrás del abrigo permanece conectada a un proyector, que hace rebotar la imagen hacia la superficie de la prenda. Al no haber ningún lapso entre lo que sucede detrás de la prenda y la imagen que se puede ver sobre el abrigo, se engaña al cerebro del espectador creando una ilusión óptica que hace pensar que puede ver a través de la tela, la cual está formada por un nuevo material llamado "retro-reflectum".
Tachi asegura que su invento tendrá un gran potencial pero que la tecnología aún requiere tiempo, ya que se encuentra en una primera fase donde no funciona sin el proyector. Su comercialización, a su vez, está aún lejana. En un futuro permitirá la creación de objetos camuflados casi transparentes que lleven un dispositivo óptico.
Muchas voces de alerta se han despertado por el hecho que este abrigo pueda utilizarse con fines criminales. Los militares americanos están trabajando en lo que llaman un camuflaje avanzado, activo o adaptable, lo que no es otra cosa que un manto de invisibilidad. Por otro lado dentro de las aplicaciones pacificas es probable que en un futuro no tan lejano tengamos guantes que permitan a los cirujanos a ver a través de sus dedos y del instrumental mientras operan, o en la aviación donde los pilotos podrían hacer transparentes los pisos de las cabinas el caso de aterrizajes muy complicados.
Si quieres conocer más de este dispositivo o de los otros proyectos de Susumu Tachi puedes visitar la página del Laboratorio Tachi de la Universidad de Tokio en:
http://www.star.t.u-tokyo.ac.jp/projects/index.php
La nueva aventura de Tachi son las paredes "invisibles". Sin embargo este científico japonés no es el único que está trabajando en este tema. Un arquitecto húngaro Áron Losonczi ha conseguido obtener, a base de mezclar cemento y fibra de vidrio, un material sólido, válido para la construcción pero que deja pasar la luz. Por otro lado, la artista italiana Mónica Bonvivini, instaló durante meses frente a la Tate Britain de Londres un cuarto de baño de acceso público. Desde fuera lo que se ve es el reflejo de lo que se encuentra detrás, como si fuera un cubo transparente. Sin embargo, quien está dentro puede ver a los transeúntes. Este baño está construido con vidrio reflectante por un lado y transparente por el otro.
Con las oportunidades que puede crear estas tecnologías … ¿ No te gustaría por un momento ser invisible ?
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